El cáncer de próstata es el segundo cáncer más frecuente en hombres. Generalmente se presenta como una enfermedad sin síntomas, por lo cual es importante la prevención. En el Hospital DIPRECA se realiza medicina preventiva desde los 45 años, lo cual nos permite la detección precoz de cáncer de próstata, y de esta manera poder ofrecer un tratamiento oportuno.
Contamos con un amplio abanico para el tratamiento del cáncer de próstata, con tecnología de último nivel. Para el cáncer localizado en la próstata contamos con Cirugía Robótica, técnica moderna que nos permite realizar una Cirugía mínimamente invasiva más precisa y cuidadosa, con mejores resultados posteriores a la cirugía. Contamos con nuestro Robot Da Vinci, el cual fue incorporado el año 2014 al Hospital DIPRECA y nos ha permitido tratar más de 400 pacientes con Cáncer de Próstata.
Tenemos un comité oncológico multidisciplinario, conformado por oncólogos, radioterapeutas y urólogos, donde se discuten los casos complejos. Los pacientes tienen acceso a Drogas quimioterapéuticas de última generación, concordante con lo indicado por directrices internacionales. Dentro de nuestro arsenal se incluye Docetaxel, Abiraterona, Enzalutamida, Cabazitaxel, entre otros.
Finalmente, para pacientes en estado final de su enfermedad, el Hospital DIPRECA cuenta con una unidad de manejo del dolor y cuidados paliativos, que tiene como objetivo brindar un buen fin de vida.

El cáncer de Riñón es el tercer cáncer más frecuente del aparato Uro-genital. Su diagnóstico generalmente es un hallazgo, en contexto de estudio de imágenes por otras causas. Cuando el cáncer está localizado el pronóstico es muy bueno.
El tratamiento del Cáncer de Riñón localizado consiste en la extirpación total o parcial del riñón, mediante la Cirugía Robótica o Laparoscópica. Actualmente en el hospital tenemos más de 200 extirpaciones parciales de riñón mediante el moderno Robot Da Vinci.
Para pacientes con cáncer de riñón con enfermedad diseminada (Es decir, enfermedad con metástasis fuera del riñón) contamos con un comité oncológico con acceso a múltiples drogas de alta calidad.

Se estima que el Cáncer de Vejiga es la novena causa de Cáncer en el mundo. Es más frecuente en pacientes mayores de 50 años y siempre debe sospecharse frente a la presencia de sangre en la orina (Hematuria). Uno de los principales factores de riesgo es el tabaquismo.
Para el diagnóstico se requiere una Cistoscopía (Procedimiento en el cual el Urólogo revisa la vejiga de manera endoscópica) y un Scanner con contraste.
El tratamiento va a depender del tipo de cáncer. Para tumores más superficiales el tratamiento consiste en la extracción del tumor mediante el conducto urinario, a través de un asa de resección o uso de LÁSER. Para tumores más profundos el tratamiento incluye cirugía a cielo abierto para resección de la vejiga, cirugía robótica, quimioterapia y/o Radioterapia.

El Cáncer de Testículo es el tumor sólido más frecuente en hombres entre 20 y 40 años. Se caracteriza por un crecimiento anormal del testículo. Es importante la autopalpación de los testículos en forma mensual y en caso de detectar alguna anomalía consultar al Urólogo.
El tratamiento inicial consiste en la extirpación total del testículo y el cordón espermático. Según el resultado de la biopsia, se puede requerir quimioterapia, radioterapia o cirugía posterior. Es importante realizar un scanner de tórax, abdomen y pelvis para definir si el tumor se ha diseminado o no.
Cuando el cáncer de testículo es detectado y tratado a tiempo, hay altas probabilidades de poder curarse ( Aproximadamente 93-95%).

Consiste en la introducción de un equipo (ya sea flexible o semirrígido) a través del conducto urinario hasta localizar el cálculo. Este último se fragmenta con tecnología láser para que posteriormente el paciente elimine los fragmentos por la orina. Tiene el beneficio de que no es necesario hacer una incisión y no deja cicatrices.

Consiste en el acceso al riñón a través de la piel de la zona lumbar (acceso percutáneo). Está reservado para cálculos de mayor tamaño ubicados en el riñón. Se utiliza tecnología neumática o LÁSER para la fragmentación del cálculo.

Técnica no invasiva que consiste en la generación de ondas de choque, las cuales viajan a través del agua hasta confluir en el cálculo renal y de esta manera fragmentarlo. Los fragmentos son eliminados por la orina. No es necesario ningún tipo de intervención o instrumentalización. El urólogo dependiendo cada caso puede determinar la necesidad de instalar un catéter interno doble jota.